Nuevo Cableoperador se prepara en Santa Rosa (La Pampa) para este 2011, operado por la Cooperativa Popular de Electricidad

El plan de expansión de la CPE invertirá u$s 3,2 millones

Durante 2011 la Cooperativa Popular de Electricidad expandirá sus servicios de telecomunicaciones a más usuarios y zonas de la ciudad. Pero la mayor novedad y jugada será la puesta en marcha, una vez obtenida la licencia, del canal cooperativo. Una lucha cultural y política.
NORBERTO G. ASQUINI
La Cooperativa Popular de Electricidad dará en 2011 un salto histórico. Ese nuevo escenario se dará por dos motivos: por un lado por la segura incursión en la televisión por cable -todavía la entidad espera su licencia en la AFSCA-, que le permitirá ingresar en una nueva etapa que cambiará de lleno su relación con la sociedad pampeana. Por el otro, porque continuará con su expansión en el servicio de la telefonía fija e internet de banda ancha.

Caso testigo.
En los próximos meses, se espera que Nación le de la licencia correspondiente, que hoy está en trámite, para comenzar a emitir la señal cooperativa. Esto no será sólo una cuestión económica, sino también una pelea ideológica. La CPE se convertirá en el modelo a seguir por otras cooperativas del país y en un caso testigo de la aplicación en la realidad -de las consecuencias que traerá aparejada- la nueva Ley de de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Si desde su nacimiento hace más de ochenta años la CPE se convirtió en una empresa progresista en el más amplio sentido, tanto en la sociedad santarroseña como en las localidades vecinas, si se enfrentó al monopolio de la energía eléctrica en sus comienzos con todas las dificultades que eso implicaba, si debió resistir la ola neoliberal de los noventa, hoy pelea una nueva y dura batalla. Desde 2001 puso camino a su transformación a través del ingreso en el mercado de las telecomunicaciones, y ahora, con la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, pelea contra el monopolio del Grupo Clarín para poder emitir su señal. Es esta una lucha cultural y política.
La nueva ley introdujo objetivos marcadamente rupturistas en el plano de la cultura liberal, ya que institucionaliza las bases para implementar una comunicación centrada en las actividades no comerciales y promueve un sistema de medios plural que prohíbe los monopolios y protege y difunde la cultura y las producciones nacionales e independientes
A partir de aquí la democratización de la palabra y de la cultura implica un cambio político fundamental, ya que otorga derechos de expresión a un conjunto de actores sociales postergados frente a los factores dominantes.

Expansión continua.
Este panorama político está acompañado además por una fuerte inversión. La CPE prevé invertir aproximadamente 3.245.000 dólares para este año, con dineros propios y recurriendo también a financiamiento externo. En lo que está proyectado para la telefonía e internet, continuará con la expansión de su servicio actual: se enfocará en el desarrollo de la red de banda ancha y la incorporación de equipamiento para permitir el crecimiento de los servicios de telecomunicaciones.
Para eso ampliará la capacidad de los equipos que hoy están en marcha. Actualmente la CPE tiene 9.800 usuarios de banda ancha (de los 11.000 usuarios de internet) y 13.000 líneas telefónicas. Se espera que continúe aumentando la cantidad de usuarios -el nuevo equipamiento permitirá tener 4.000 nuevas líneas telefónicas- y el consumo de banda ancha -se proyecta ampliar la capacidad de contratar hasta 900 megas, cuando actualmente tiene 500 megas-. Ante este panorama, en la telefonía se habilitarán nuevas zonas que hoy no tienen el servicio. En tanto, para Internet se ampliarán las redes y a fin de año se empezará a extender a cuatro nuevas zonas la banda ancha -áreas que aún no están definidas- que faltan cubrir. También se comprarán nuevas terminales.
Actualmente, la red cooperativa cubre el 70 por ciento de Santa Rosa, y para 2012 se espera que la cobertura llegue al 90% de los habitantes de la ciudad. La inversión en la extensión de la red llegará en total a los 632 mil dólares. En tanto, las amplicaciones de la red de banda ancha dependerá del otorgamiento de un crédito del Banco Nación de 300 mil dólares.

De inmediato.
Aunque se continuará avanzando en la expansión de la red para teléfonos y banda ancha, los esfuerzos de la conducción cooperativa estarán puestos en la televisión por cable, por sus implicancias sociales y políticas.
Mientras la CPE espera la resolución del trámite de la licencia que autorizará a la emisión de la señal cooperativa, ya comenzaron los contactos y trámites con los importadores de los equipos. Apenas obtenida la autorización, habrá una fuerte inversión inmediata para "ganar la calle" con la nueva señal. En una primera etapa, se prevé que el cable cooperativo llegue a 15.000 hogares.
Para tener una idea de esto, la inversión para el año en antenas y decodificadores satelitales, equipos, obra civil y herramientas, más la puesta en marcha del canal cooperativo con su propio estudio, alcanzará aproximadamente los 2.313.000 dólares.

Burocracia y esperas.
Actualmente el trámite de solicitud de licencia ante la AFSCA sigue su camino burocrático. Aunque no hay fechas previstas, la conducción de la CPE buscará que en abril se pueda comenzar a emitir la señal.
Luego de la presentación a comienzos de enero de la oposición del Grupo Clarín, paso contemplado en la ley, tomará intervención en el expediente de solicitud de licencia la Comisión de Defensa de la Competencia, que indicará las condiciones de prestación del servicio. Pero el trámite no se suspende.
Se sabe que los plazos para que se expida la AFSCA, que no están estipulados en la ley, son políticos y dependerá de las autoridades nacionales darle un pronto curso. Sin embargo, también se sabe bien en Buenos Aires, y la Casa Rosada, lo que se está jugando en Santa Rosa, y ese no es un dato menor.
En la capital pampeana el monopolio del Grupo Clarín pelea en un terreno "chico" parte de su gran batalla contra la Ley de Servicios Audiovisuales. También ese lucha implica sostener un imperio multimediático que comienza a desmembrarse de a poco, por ejemplo, con el ingreso de otros actores al mercado de la televisión y de la información. Y en este escenario, la CPE también peleará en 2011 otra de sus mayores batallas.